Adiós a Sor Emilia

Un gran número de personas dijo ayer adiós a Sor Emilia, Hija de la Caridad muy querida en la diócesis. El obispo Raúl Berzosa ofreció estas palabras en la homilía de la celebración litúrgica que sirvió para despedir a la conocida religiosa.

DATOS SOBRE SOR EMILIA:

Sor Emilia Alvarez Martín, según datos facilitados por sus hermanas de comunidad, nació el día 12 de julio de 1928, en Andavías, Zamora. Ingresó en la compañía de las Hijas de la Caridad el 10 de enero de 1962; por lo tanto, este año, 2014, celebró los 60 años de su vocación. Fue destinada, primero, a Badajoz donde permaneció unos 20 años dedicada a los niños y jóvenes en la Residencia Provincial. Ante la enfermedad de su madre, vino a Ciudad Rodrigo, en 1977, a la Residencia Virgen Milagrosa donde ha vivió muy feliz con las jóvenes estudiantes, a quienes sirvió con alegría y generosidad. En Ciudad Rodrigo siempre estuvo muy contenta; todo el mundo la conocía y la quería. Las hermanas de comunidad destacaban de ella la ilusión, la alegría, la jovialidad y la cercanía; era muy agradable y atenta con todas las personas. Sin duda, a Sor Emilia se le va a echar mucho de menos en nuestra ciudad, porque ella, a pesar de sus limitaciones, paseaba mucho, y en cualquier sitio te la podías encontrar con su típico saludo: “Buenos días nos de Dios”. Encontraba una palabra para todos y visitaba a los enfermos regalando su mensaje de aliento y de consuelo. Era muy observante en la Comunidad y quería a las Hermanas. También amaba mucho, como he manifestado antes, a su Diócesis; siempre que podía le gustaba ir a la Catedral y a su Parroquia; porque, como dice San Vicente de Paul, “las Hijas de la Caridad son hijas de Parroquia”. Durante la larga enfermedad ha mantenido un gran tesón, mucha fuerza de voluntad y la clara aceptación de hacer  siempre la voluntad de Dios.