MARÍA PAZ SALAZAR Y VALERIANO SIERRA EXPLICARON LOS LUGARES FRANCISCANOS EN LA PRIMERA DE LAS TERTULIAS DE LA FUNDACIÓN
Las ponencias se completan en la mañana del viernes 25 con una ruta guiada por los ponentes que comenzará a las doce desde las ruinas del Convento de San Francisco
Las Tertulias de la Fundación, ciclo cultural primaveral organizado por la Fundación Ciudad Rodrigo, comenzaron este jueves 24 de abril por la tarde en el salón Mazarrasa del Palacio Episcopal con las ponencias de la investigadora María Paz Salazar y el arquitecto Valeriano Sierra Morillo. José Manuel de Luis, presidente de la Fundación Ciudad Rodrigo, introdujo el acto, haciendo especial hincapié en la relación de San Francisco y Ciudad Rodrigo y realizando una breve biografía de los ponentes.
En primer lugar intervino, María Paz Salazar y Acha que centró su disertación en los lugares franciscanos de Ciudad Rodrigo. Habló primeramente de los conventos franciscanos femeninos, comenzando por la historia del único que se conserva en la actualidad, el convento de Santa Clara, fundado en 1230 en vida de la propia Santa Clara. Comentó que apenas queda nada de la construcción original, ya que se incendió durante un asedio en 1370. A continuación, disertó sobre el Convento de Sancti Spíritus de la Tercera Orden Franciscana, conocido como las Isabeles, y de las Franciscas Descalzas, fundadas en 1604, ofreciendo detalles de la parroquia de San Isidoro. Tuvo palabras también para el convento de las Franciscanas Descalzas, cuyo edificio ahora se conserva como residencia de mayores, y de la Iglesia de la Tercera Orden, comentando que muchos mirobrigenses pertenecían a esta orden y pedían permiso para llevar hábito descubierto. Mostró un plano de la ciudad de 1704 para señalar los conventos en extramuros y habló de la fundadora de las Agustinas Recoletas, Mariana de San José, que partió del convento de las agustinas de Ciudad Rodrigo. De manera extensa, María Paz Salazar se refirió al antiguo convento de San Francisco, al Calvario de Juan de Juni y a los restos culturales que todavía quedan en las capillas de los Centeno y del obispo del Águila. Ofrecía fotografías sobre cómo estaban estas capillas antes de la restauración y como fueron apareciendo los frescos y esculturas de San Elena, San Atilano, San Ildefonso… En cada figura, la ponente explicaba cómo había llegado a la conclusión de que la figura escultórica o pictórica se refería a un santo concreto y el porqué. La intervención concluyó con las imágenes de San Francisco que hay en la Catedral. María Paz Salazar terminó con el deseo de que San Francisco deje huelle en nuestra vida, que encontremos la paz interior y “San Francisco nos bendiga”.
Si quieres ver la presentación que acompañó a la disertación de María Paz Salazar y Acha, pincha aquí:
Seguidamente intervino Valeriano Sierra Morillo, arquitecto encargado de la restauración de las ruinas del Convento de San Francisco. Tituló su ponencia: “Ruinas del convento de San Francisco. Restaurar el tiempo, proyectar el futuro”. Mencionó inicialmente a personas que habían intervenido en el proceso de restauración como León Cubero, José Ramón Galache, las empresas TRICSA y Artelan, y a las restauradoras. Hizo en primer lugar un análisis de la propia arquitectura, realidad física y simbolismo del edificio, y en segundo lugar habló de la intervención que se llevó a cabo para mostrar todo ese pasado e historia del edificio, como ser vivo que se desarrolla, llegó a ser muy importante y comenzó su declive en el siglo XVI y XVII.
El ponente habló de la trayectoria histórica, del origen, de la creación de las capillas de los Centeno (s.XV-XVI) y Águila (s.XVII), la relación con la iglesia de San Agustín y con la Catedral. El comienzo del tiempo del despojo con las guerras de Restauración, Sucesión y de la Independencia. Su utilización como cantera a partir de 1836 para construir casas y pavimentos, poniendo como ejemplo más claro los elementos de este convento que se encuentran en la Casa de los Váquez (edificio de Correos), el desmontaje de uno de los arcos laterales ya en el siglo XX y la entrada en el tiempo del olvido. Habló de cómo se había decidido mantener una parte del Convento como frontón y cómo había servido en los últimos tiempos como cochera de autobuses y taberna. En 1991 fue adquirido por el Ayuntamiento, dos años más tarde se declaró Bien de Interés Cultural y en fechas anteriores al 2006, con motivo de las Edades, se concedió dinero para la restauración.
Sierra Morillo explicó cómo había sido esta restauración, a la hora de proyectar el futuro de las ruinas con varios y difíciles retos: lectura interpretativa del monumento, hacer legible su significado, recuperación del lugar, dotarlo de un nuevo uso. Recreando pautas de referencia que permitan la identificación de espacios, potenciando la expresividad como ruina y activando la posibilidad didáctica. Además, se procuró recuperar el lugar en su ubicación, protegiéndose de los elementos exteriores y dándole un uso, en este caso, siendo contenedor de restos arqueológicos que estaban distribuidos en distintos lugares.
Si quieres ver la presentación que acompañó a la disertación de Valeriano Sierra Morillo, pincha aquí:
Las ponencias se completan con una ruta guiada por los ponentes abierta a todo aquel quiera asistir que tendrá lugar este viernes 25 de abril a las doce de la mañana desde las ruinas del convento de San Francisco.
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