El Martes Chico recupera la esencia del comercio tradicional mirobrigense, haciendo hincapié más en el comercio, en la venta, en el trato, que en el ambiente festivo. La zona comercial de la Glorieta brilló con luz propia gracias a la presencia de casi doscientos puestos de venta y a la participación de numeroso público que recorrió las calles establecidas: Laguna, Santa Clara, Cárcabas, Avda. de Béjar y, sobre todo, la calle El Rollo (Lorenza Iglesias). Buen resultado por tanto, para esta novedosa iniciativa.