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La lluvia respetó gran parte de los festejos del último día del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo, hacía algo más de frío y aire pero las precipitaciones se contenían. Hasta que en la capea vespertina, las nubes grises se tornaron en precipitación y empezó a llover. Consecuencia inmediata, un último desencierro con suelo resbaladizo, cansancio acumulado y algún que otro susto.
El Martes de Carnaval comenzó como es tradicional con el reparto de perronillas y aguardiente en la plaza minutos antes de las nueve de la mañana, hora de salida del Toro del Aguardiente, de la ganadería de Hermanos Sánchez Herrero. El toro salió, vio, dio algunas carreras y se emplazó, sin tan siquiera pisar el suelo de la calle Madrid para ir al Registro, para desesperación de los que allí esperaban al astado. En la plaza, no hubo tampoco exceso de diversión, no dio juego y durante la hora larga en que estuvo en el coso apenas hubo espectáculo.
A las once, fue el encierro de seis toros de la ganadería de Talavante. Subieron deprisa pero al llegar a la plaza uno de los toros se dio la vuelta y el encierro se alargó durante veinte minutos. El encierro fue vistoso en el recorrido y sin incidentes reseñables.
Destacable lo ocurrido en la capea matinal, donde el enfrentamiento entre maletillas y recortadores fue más que evidente. Entre pitos y aplausos del público, en contra y a favor, la tensión cortaba el aire. En la enfermería de la plaza hubo dos atenciones: un joven de San Sebastián de los Reyes(Madrid) de 38 años de edad que presentaba un traumatismo en torax que después que se remitió al Hospital virgen de la Vega con pronóstico reservado; y un vecino de San Fernando de Henares(Madrid) que fue atendido con un varetazo en cara posterior en muslo derecho, le dieron el alta «in situ» y su pronóstico fue leve.
Tras los toros de capea, se desarrolló el desencierro que terminó cerca de la una y media de la tarde.
En la tarde tuvo lugar un festival taurino con picadores reses de Gómez Morales para José Luis Ramos (aviso, descabello y ovación) y Alejandro Marcos (dos orejas). Además, el triunfador del Bolsín Taurino, Alejandro Rivero mató un novillo de Herederos de Santos Alcalde. Rivero tuvo que ser atendido en la enfermería de la plaza, porque sufrió una cogida durante la lidia y presentaba traumatismo en rodilla derecha y erosión en cuello.
El martes terminó con la capea y el desencierro. Además a las ocho, de forma novedosa, se celebró el pasacalles de Cenizos, organizado por las peñas.
En total, la enfermería de la plaza ha registrado 26 atenciones durante todo el Carnaval. De las atenciones ha habido dos muy graves, dos graves, una menos grave, ocho leves y doce con pronóstico reservado.
En este Martes de Carnaval, la Cruz Roja realizó un total de siete intervenciones.
